Todos sabemos que ejercitando el cuerpo físico los músculos se desarrollan, la circulación mejora y muchos procesos beneficiosos se desencadenan.
¿Pero qué sucede con nuestro cuerpo mental, emocional, sensorial?
A través de este entrenamiento en la consciencia corporal, en la respiración, en la observación de nuestras actitudes y nuestras relaciones, podremos ir incorporando nuevas pautas, nuevas respuestas que nos ayuden a ser más libres del condicionamiento aprendido y permitir que el guía sea el Maestro Corazón.
«Conforme aumenta la profundidad del amor, la intensidad del miedo disminuye.
El miedo es parte de la mente.»
-Amma-